A medida que te adentras en la estación en la que nos recogemos al calor del hogar, es importante ser consciente de algunos de los posibles impactos que los meses de invierno pueden tener en tu salud. Las temperaturas más frías, los días más cortos y el aire más seco pueden cambiar cómo te sientes, tanto física como mentalmente.
En SAN BLAS estamos dedicados a cuidar tu digestión. Si te has estado preguntando, "¿puede el cambio de estación tener un impacto negativo en la salud de mi intestino?", estamos aquí con respuestas y algunos consejos prácticos para ayudarte a mantener tu intestino alejado de un bache invernal.
La respuesta corta es sí; el invierno puede plantear algunos retos para la salud de tu intestino. Los cambios estacionales que vienen con esta época del año pueden impulsar varios cambios de comportamiento, incluyendo:
- Elegir alimentos más saciantes, calóricos o festivos, frente a alimentos fermentados y ricos en fibra que apoyan el intestino. Quedarse más tiempo dentro de casa, por lo tanto, moverse menos y exponerse menos a la luz solar.
- Beber menos agua como resultado de menos señales de sed y más café para mantenerse caliente y alerta con los días más cortos y...
- Disfrutar de más bebidas alcohólicas en reuniones familiares y sociales.
Si bien estos cambios de comportamiento tienen sentido y a menudo pueden alegrar esta época del año, también pueden tener impactos negativos en tu intestino si se dejan completamente sin control. Puede ser un poco más exigente priorizar la salud de tu intestino en esta época del año, pero eso no significa que tenga que quedar completamente en segundo plano. Aquí hay algunas sugerencias para ayudarte a encontrar un equilibrio entre los hábitos típicos de esta estación y los comportamientos que ayudan a la salud del intestino:
1. Considera una variedad amplia de frutas, verduras y alimentos fermentados
Puede que te cueste incluir alimentos ricos en fibra en esta época del año si solo piensas en frutas y verduras crudas. Estos pueden ser súper crujientes y refrescantes en los meses más cálidos, pero sin duda son menos atractivos en invierno. Considera explorar algunas verduras de raíz asadas como boniatos, nabos, chirivías, remolachas y zanahorias, para una dosis de fibra invernal. Puedes cubrirlas con queso de cabra desmenuzado para un toque extra de sabor. Puedes hacer compota de manzanas, peras o de frutos rojos. ¡Son excelentes coberturas para un tazón de avena caliente! Todos estos alimentos son fuentes de fibras fermentables que actúan como combustible para las buenas bacterias en tu intestino.
También puedes mantener tu rutina diaria de consumir kombucha, nuestra bebida fermentada, efervescente, que te aportará una buena dosis de probióticos.
2. Intenta salir al exterior todos los días durante horas de luz solar
La exposición a los rayos UV del sol ayuda a tu cuerpo a producir vitamina D. Puede que conozcas la importancia de la vitamina D para la salud ósea, pero ¿sabías que también juega un papel en el fortalecimiento de tu sistema inmunológico y en la protección de la barrera intestinal?
Aunque no obtendrás tanta exposición a los rayos UV en el exterior en invierno como en verano, sigue siendo una buena idea salir cuando puedas a disfrutar de unos minutos de aire fresco. Para compensar el resto de tus necesidades de vitamina D, piensa en incluir fuentes de pescado graso como salmón y atún, huevos enteros y bebidas fortificadas con vitamina D. También puedes hablar con tu médico sobre un suplemento si tus niveles de vitamina D son consistentemente bajos.
Además de obtener algo de luz solar, salir al exterior también puede animarte a realizar ejercicios que aumenten tu bienestar. El movimiento regular promueve una digestión más suave, disminuye el tiempo de tránsito intestinal y ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre.
3. Varía tus fuentes de hidratación
Mantenerse hidratado en esta época del año puede ser difícil porque puede que no experimentes el mismo nivel de señales de sed que en los meses más cálidos de primavera y verano. Independientemente, mantenerse al tanto de tu ingesta de líquidos es esencial para la función de tu intestino y tus niveles generales de energía.
Para satisfacer tus necesidades de líquidos a lo largo del día, toma agua con más frecuencia. Recuerda que otros líquidos como leche, café, zumos, té (¡y kombucha!) también cuentan para tu ingesta total de líquidos. Está bien que elijas el café en esta época del año para mantenerte caliente o darte un impulso rápido de energía, pero ten en cuenta que demasiada cafeína puede causar malestar gastrointestinal.
Si estás buscando un impulso de energía e hidratación a mitad del día que sea amigable con tu intestino, ¡toma una botella de kombucha! Cada botella de SAN BLAS tiene menos cafeína que una taza de café o de té, cuenta para tu ingesta de líquidos y tiene probióticos vivos para apoyar tu intestino. También es una excelente base para cócteles sin alcohol si estás buscando reducir el consumo de alcohol (otro conocido disruptor del microbioma) esta temporada de fiestas.
Disfruta de la temporada de fiestas, pero busca formas de nutrirte, alimentarte y cuidarte.